sábado, 9 de marzo de 2013

El proyecto flotante Londres Britannia Airport

La firma Gensler Architecture lanzó una propuesta idealista sobre un nuevo aeropuerto flotante en Londres situado en medio del río Támesis.

Este aeropuerto contaría con cuatro pistas de aterrizaje flotantes, plataformas enormes apoyadas sobre pilotes amarrados al fondo del río regulados por un sistema hidráulico que cumplirían una función estabilizadora de la estructura, absorbiendo la presión del fuerte oleaje que se genera en su caudal. El arquitecto dijo que está diseñado para que en un futuro si fuera necesario se pudiera ampliar a seis pistas.
A esta gran plataforma flotante se llegaría en trenes de alta velocidad a través de dos túneles ferroviarios bajo el agua o en coche por 3 conductos igualmente  submarinos situaos dos en el norte y uno en el sur.

Algunas de las grandes ventajas de la ubicación marina de esta infraestructura no sólo seria la reducción continua de ruido en las ciudades que provocan las salidas y venidas de los aviones sino también evitaría cualquier demolición de viviendas. El aeropuerto se ha diseñado para generar gran parte de su propia energía a partir de turbinas marinas situadas en el interior, y al lado de las pistas de aterrizaje flotantes.
La construcción se llevaría a cabo en el año 2015 y su costo sería alrededor de unos 60 mil millones de libras, pero piensan que será una gran inversión que se recuperará con creces.

Pero no estamos hablando del primer aeropuerto flotante que se ha creado. 

En la sobre poblada isla de Japón el problema de espacio es evidente lo que les empujó a crear aeropuertos flotantes como el de Kansai cuya obra comenzó en el año 1987 y terminó en el año 1994. Este aeropuerto cuenta además con la terminal más larga del mundo (obra de Renzo Piano) para perderse fácilmente en 1,7 km. Resistió el terremoto de Kobe en 1995 y varios tifones. 



Pero no se conformaron únicamente con el de Kansai, sino que crearon otro más en Kobe de similares características y costos, alrededor de 15 billones de dólares. Lo curioso es que se encuentra a tan sólo 22 km del Kansai international airport.








Puede que esta sea la mejor solución al problema del espacio en las islas, la creación de revolucionarios aeropuertos flotantes. Pero, ¡qué miedo!, ¿no?

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