viernes, 26 de octubre de 2012

LA LLUVIA AFECTA AL SUEÑO Y ESTE GRAVEMENTE A NUESTRO ORGANISMO

Investigadores del Laboratorio del Sueño de la Universidad de Rochester (Nueva York, EE UU) demostraron recientemente que los días soleados dormimos mejor, es decir, durante más tiempo y a mayor profundidad que los días lluviosos. Cuando hay tormenta por la noche nos despertamos más aletargados al encontrarnos con menos energía. El cerebro cuando dormimos no se desconecta como le ordena al resto del cuerpo, es más, está alerta de cualquier perturbación que pueda producirse a nuestro alrededor, por ello uno de sus mecanismos es recibir continua información sonora, con lo cual, el continuo sonido de la tormenta ha hecho trabajar en exceso al cerebro consumiendo durante toda la noche energía necesaria. 

Otro hecho que influye bastante podrían tener que ver  con los niveles de serotonina y melatonina, la hormona del bienestar y la implicada en la inducción del sueño, los cuales están regulados por la luz del sol. Cuando el día es gris u oscuro, los niveles de esta hormona descienden de forma muy drástica haciéndonos perder vitalidad y creándonos un exceso de somnolencia.

Hay muchas personas que, aún viviendo en países con buen clima, sufren de insomnio, un trastorno que impide la conciliación del sueño. 
Para combatir este trastorno, la catedrática de fisiología de la Universidad de Extremadura Carmen Barriga, especialista en Crononutrición, recomienda la ingesta de galletas acompañadas de un vaso de leche con azúcar antes de dormir. Asegura ser la combinación perfecta, ya que tanto la leche como los cereales son alimentos ricos en triptófano, un aminoácido cuya función es sintetizar la hormona melatonina.

¡Cuidado los que piensan que dormir no es tan importante, y que simplemente sirve para desaprovechar el tiempo de vida!

Estudios han confirmado que alteraciones de sueño y dormir apenas unas horas pueden acentuar algunos problemas médicos y psiquiátricos y, a su vez estos producen alteraciones en la calidad del sueño causando problemas mayores.

Nos afecta a la capacidad lectora, falta de concentración, problemas gástricos además de falta de energía que implica un mal funcionamiento de las funciones de nuestro cuerpo y problemas en el sistema inmunológico acarreando una mayor probabilidad a enfermar. También se ve afectada nuestra memoria; se ha demostrado que los estudiantes que han estudiado el día antes del examen toda la noche o gran parte de ella, tuvieron peores resultados que los estudiantes que estudiaron hasta la noche y descansaron dejando que su cerebro procese, asimile y retenga toda esa información. Otras de las consecuencias son mal humor e irritabilidad por dificultad de asimilación de mensajes externos y continuos fallos y errores tontos.

A continuación este vídeo nos mostrará lo importante que es dormir, y las funciones que desempeña el cerebro para protegerse a sí mismo y conseguir que el individuo le permita descansar: 


Un maltrato a nuestro cerebro, como es el no dormir bien, perjudica seriamente tanto a su presente como a su futuro funcionamiento. A partir de los veinte años las células de nuestro cerebro empiezan a morir, pero por suerte no es del todo preocupante, se ha descubierto una forma de combatirlo y mantenerlo joven. Se trata de ejercitarlo cada día e intentar evitar las rutinas que hacen que el cerebro deje de pensar y actúe de forma automática.

La siguiente entrevista que hace Eduardo Punset al psicólogo y creador de programas de ejercicios mentales, Shlomo Breznitz en el programa Redes, nos explica cómo mantener nuestro cerebro ágil aún pasando los años.












Probablemente podríamos resumir todo esto a una simple frase:

Dormir bien o dormir eternamente.

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