En la lucha contra el cáncer, conocer la identidad del enemigo es fundamental para el diagnóstico y el tratamiento, especialmente en los cánceres metastásicos, (que se extienden entre órganos y tejidos).
Químicos dirigidos por Vicente Rotello en la Universidad de Massachusetts han desarrollado un método rápido y sensible para detectar a niveles microscópicos muchos tipos de células metastásicas en los seres vivos.
Su método consiste en utilizar un sistema de sensores de nanopartículas de oro y proteínas para "oler" los diferentes tipos de cáncer casi de la misma manera que nuestras narices identificar y recordar los olores diferentes. Así prodríamos diferenciar entre las células normales y las cancerosas ya que la proteína fluorescente (GFP) se activa en respuesta a los patrones de las proteínas encontradas en las células cancerosas , lo hace de manera distinta para cada cáncer por lo que también podríamos clasificarlo.
Continuando con la idea de su metáfora Rotello afirma que "A pesar de que dos quesos pueden parecer iguales, la nariz puede diferenciar uno bien maduro de un queso que en un par de días perderá su sabor" , le está dando tanta importancia a las funciones de este órgano para llamar la atención sobre su trabajo. Sin embargo, es una grata comparación ya que estas investigaciones podrían llegar a salvar muchas vidas.
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