Genio asombroso e inteligente como pocos, Tesla a lo largo
de su vida como inventor hizo posible ingenios tales como las transmisiones inalámbricas
que dieron lugar a la radio, las bobinas para el generador eléctrico de corriente
alterna, el motor eléctrico de inducción, el alternador, el control remoto…
La mayoría de estos inventos los hizo durante el tiempo que
trabajó para Edison, el cual luego le
robaría sus patentes. Tesla disgustado y decepcionado por el que hasta entonces
había sido su héroe, y tras fondos proporcionados por la Western Union Company
pudo dedicarse al desarrollo de otros inventos en su propio laboratorio.
La comercialización de la corriente alterna basada en los
trabajos de Tesla fue el inicio de la “guerra de las
corrientes” con Edison, este defendía el uso de su corriente continua
mientras que Tesla se inclinaba por la corriente alterna, la cual acabó imponiéndose.
Edison afirmaba que la corriente alterna era peligrosa, esto
lo demostraba electrocutando animales. Hoy en día muchos consideran que fue el
verdadero inventor de la silla eléctrica. A pesar de todos los inconvenientes
que este le ponía a la corriente alterna, en la Feria
Mundial de Chicago la corriente alterna de Tesla volvió a triunfar.
En 1912 hubo intención de otorgar conjuntamente, un Premio Nobel a Thomas Alva Edison, y a Nikola Tesla. Tesla se negó a ser
asociado con Edison en el premio, y el
Nobel de Física fue concebido a un inventor sueco de menor medida.
Aunque Tesla y su corriente alterna vencieran a la corriente
continua de Edison, la mayor parte de la sociedad recuerda a Edison como único
inventor de la corriente eléctrica. La historia ha sido muy injusta con él,
pero “El tiempo es el único juez insobornable que da y
quita razones y, al final, pone a cada uno en su sitio”.
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