Hace unos 500.000 años el hombre aprendió a
encender una llama, descubrió el fuego y se dio cuenta de que no solo le serviría
para dar calor y para cocer sus alimentos, también utilizaría las llamas para
iluminar su caverna por la noche y la luz solar la aprovecharían por el día.
Hace unos 50.000 años apareció el primer candil, formado por
aceite o grasa de animales y una trenza de pelos. Se cree que los primeros
candiles fueron en los cráneos de los animales de los que donde extraían la
grasa, posteriormente utilizaron cubetas de piedra.
Varios siglos después se comenzaron a utilizar tizones,
que más tarde se perfeccionaron poniendo paja alrededor de un trozo de madera
con cera de abeja o resina.
Entre los siglos XIII y XIV a.C. se inventó en Egipto la
vela.
En el siglo X a.C. aparecieron las primeras lámparas de
aceite en Fenicia, hechas de cerámica, fueron extendidas por mercaderes por el
mediterráneo.
En el año 1795 se construyó en Inglaterra la primera lámpara
de gas para iluminar una fábrica, y comenzaros a difundirse
En 1859 aparecieron las lámparas de querosén, un
derivado del petróleo.
Los primeros experimentos de iluminación eléctrica fueron
en el siglo XIX en Inglaterra, donde el británico Humphrey Davy provocó la
incandescencia de un fino hilo haciendo pasar corriente a través de él.
El 27 de octubre de
1879, el inventor estadounidense Thomas Alva Edison consiguió que la primera lámpara
de filamento de carbono permaneciera encendida en Nueva York durante dos días. Fue
el inicio de la era de la iluminación eléctrica.
Fue cuando surgió
la primera bombilla eléctrica, que producía luz mediante el calentamiento del
filamento metálico.
Actualmente se
consideran poco eficientes ya que el 90% de la electricidad que consume la
transforma en calor y solo el 10% restante en luz.
Antes...
Ahora, las bombillas se han ido mejorando, para que no derrochen tanta
electricidad en calor y sean más eficientes.
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